Ningún ladrón tiene interés de entrar a robar a una casa vacía. De igual manera, Satanás no perderá su tiempo tratando de atacar a alguien que no represente ninguna amenaza para el. Y es que solo el hecho de considerar lo que puede suceder si firmemente decides convertirte en todo lo que puedes llegar a hacer, hace que el adversario busque todos los medios para tratar de impedirlo. Por ejemplo en ocasiones busca que te sientas inseguro, utilizando a un tus más mínimas equivocaciones para lanzar a tu mente dardos como estos:
- No eres capaz de dar cumplimiento al reto que te ha sido puesto delante.
- No tienes lo que se requiere, mira que mal lo hiciste.
- Nunca serás o suficientemente bueno como para hacerlo bien.
Ignorando que palabras como estas, son utilizadas como combustible por aquellos que en el nombre de Jesús, se han propuesto ser indetenibles y lejos de dejar que sus errores les paralicen, los utilizan como base para emprender un serio y firme plan de mejora.
“No te alegres de mi, oh enemiga mía, porque aunque caiga, me volveré a levantar y aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. Miqueas 7:8